AÑO 2014
Artículo publicado en la revista Temporada Taurina 2014 de la APTA.
"Vuelve TauroInstantes a las páginas de esta entrañable revista que anualmente ve la luz a finales de diciembre, gestionada, pensada, creada y editada por un grupo de personas enamoradas de la magnífica y singular Plaza de Toros de Almadén, por lo que agradezco a la junta directiva de mi apreciada Asociación, la invitación brindada y tomo los trastos para hacer la crónica del devenir de TauroInstantes en este 2014 que en breve se despide.
Para aquellos que no conocéis TauroInstantes, permitidme una breve presentación a modo de poesía:
Una puerta se entreabre,
dejando ver el dulce albero
preñado de imaginación,
henchido de la emoción
de toreros invisibles,
de toros indomables arrastrados en triunfo,
de caballos majestuosos enfrentados a la bravura,
de pases tan livianos que paran el tiempo.
Instantes de imaginación e ilusión,
de introspección y de pasión,
donde la tauromaquia,
su liturgia y su esencia,
dejan de percibirse como una lucha
para transformarse en algo sutil, casi frágil,
…he aquí la magia del toreo.
TauroInstantes es una puerta entreabierta a la magia del toreo, un proyecto expositivo que lleva recorriendo nuestra piel de toro desde principios de 2011, con la ilusión de transmitir el arte de la tauromaquia a todos los públicos, desde los mas pequeños que por primera vez acercan sus sentidos al rito inmemorial de la lidia del toro bravo, hasta los aficionados curtidos en mil tardes de sol y sombra.
Comenzamos el año, como viene siendo costumbre, acompañando a la peña taurina El Trapío de Toledo en la celebración de su XXV aniversario. Los meses de mayo, junio y julio los pasamos en Valladolid, en el impresionante marco de su Museo Taurino, dirigido con gran acierto por el torero vallisoletano Jorge Manrique. La última de las exposiciones tuvo lugar en el mes de agosto en Ciudad Real, acompañando a nuestros amigos del Ateneo Taurino Manchego en sus tertulias sobre la feria taurina de la capital manchega.
Por mi parte, y en mi andadura en solitario, estuve exponiendo en Zafra los meses de abril y mayo, en el restaurante La Casabar, y en Madrid, en la taberna El Bonanno, en el mes del serial de San Isidro, en ambos casos con la exposición de fotografías taurinas titulada “Caprichos”. En el mes de junio tuve la oportunidad de volver al Asador Palencia de Lara, en Toledo, con una exposición en homenaje a El Greco en el cuatrocientos aniversario de su muerte, cuyo titulo fue “Imaginando al Griego de Toledo”.
Por su expresividad en la definición del concepto de TauroInstantes, traigo a estas páginas un artículo publicado por el periodista taurino Rafael Zaldivar en el periódico La Tribuna de Ciudad Real, el pasado 19 de septiembre, en su sección titulada
CHURUMBELERÍAS:
LA SERPENTINA DE TAUROINSTANTES
Vuelven las esculturas de Feliciano Giles y las fotografías de Rafael Villar a la capital. No son nuevos en esta plaza pero vuelven con todos los honores a presentarnos las nuevas series de José Tomás y las “manchas” expresivas, a la manera de esos toreros pintureros que de repente, lanzan al aire una serpentina en forma de interrogación. Tanto Feliciano -juego de brazos y piernas- como Rafael -intuición, expresión- entreabren la puerta del pensamiento, del razonamiento, para que el espectador acabe la liturgia del instante en que un lidiador se pasa por la faja la fiereza del animal.
El claroscuro de ambos nos recuerda los lugares por donde pasan, desde la cartesiana Almadén, hasta el Toledo del griego, pasando por la coqueta Béjar, por la Medina del Campo o la tierra ganadera de Olivenza. Sólo les falta debutar en las Virtudes, esa plaza con el santuario adosado, para realizar la cuadratura. Olvidémonos de los materiales y fijémonos en los resultados: movimiento, paisajes y relieves. Llama la atención por novedoso, esos recortables que juegan con el espectador a la manera de los soldaditos de nuestra infancia. Personajes alargados, como los edificios sepia de Toledo, exuberantes, como una noche de Corpus; la otra cara, los bronces y la quietud del toro en el campo. Anatomías de brazos y piernas que juegan al arte de birlibirloque. Instantes que nos hacen soñar la faena, seriedad en el toro que mira desafiante. ¡Silencio! Morante está a punto de ejecutar un lance, pura filigrana. El instante a golpe de ¡click! lo ha captado el objetivo de Rafael Villar y cómo no, el ojo de Feliciano Giles que se apresta con el alambre y el barro. O con el bronce, el color de los toreros gitanos.
Rafael Zaldívar (La Tribuna de Ciudad Real, 19/09/2014)."
Vista de la exposición en el Museo del Toro de Valladolid. (RVM)
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